viernes, 23 de julio de 2010

Ajedrez

Llevo semanas sin jugar al ajedrez. Desde que lo dejé con Artemis.
Artemis y yo jugábamos algunas veces al ajedrez. Yo llevaba años sin jugar, pero ya desde el principio yo siempre la ganaba. Me decía que jugaba muy bien, y a mi me gustaba oirlo. Así que durante el periodo en que estuve con ella dediqué algún tiempo diario a practicar por internet, de ese modo me mantenía en forma. Me gustaba pensar que podría ser un excelente jugador de ajedrez, por ella.
En realidad lo importante no es tanto que sea por Artemis o por cualquier otra. Lo que me preocupa es que con cada mujer con la que estoy represento un papel, un papel muy ligeramente distinto, pero distinto cada vez. Al final creo que acaba no gustándome ninguno de los personaje que interpreto. Incómodo, necesito finalmente cambiar de papel muy a menudo, mucho más a menudo de lo que veo alrededor.
En cierto modo envidio esa forma de hacerse una personalidad, entregarse a un papel. Estoy convencido de que una actuación perpetua, la misma comedia sin fin, facilitaría mucho las cosas.
El caso es que ya no juego al ajedrez.

1 comentario:

  1. Y no sería mucho mejor ser tu mismo? Te lo digo porque yo también lo suelo hacer, es "involuntario" es un adaptarse a la otra persona. Pero a la larga no funciona. Ahora intento ser yo misma, con mis defectos incluidos. Y me digo: "Es lo que hay, si me has de querer, que sea como soy. Igual que yo quiero a las personas como son." Es que si "actuas" y un día se te olvida, ya no serás la persona de la que se enamoraron.

    Buen domingo!

    ResponderEliminar