lunes, 4 de julio de 2011

Krahe- Marcuse y otros

Es muy conocido el antagonismo eros-civilización. Se dice que Freud lo sacó a la luz, lo continuó brillantemente Marcuse, dándole un muy muy tenue barniz marxista. Esta famosa oposición viene a explicar una verdad que todos excperimentamos pero que rara vez queremos ver, esto es: que para la civilización, para la sociedad incluso, se hace necesaria una represión interna de nuestros instintos más básicos, algo que nos genera cierta tensión. Freud contraponía un principio de placer (que es primario e instintivo, puramente animal) y un principio de realidad (que viene a ser el sentido práctico, superviviente, del individuo, y que en las civilizaciones acaba creando leyes, instituciones, etc...). La civilización se ocupa de diferir este principio de placer en el hombre, que renuncia, que debe renunciar a la satisfacción inmediata de sus instintos, a pasar por el aro si quiere formar sociedad. Es en la sexualidad donde estas pujas internas entre uno y otro instinto se hacen más evidentes, más espectaculares, tanto en las ficciones como en la realidad, a veces.
Así eros es una fuerza realmente peligrosa para el orden, puede hacer romper las normas, traer el caos, la guerra (Helena de Troya es un bonito símbolo); el libro de Marcuse es extraordinario.
No obstante creo que este tema del corazón del hombre en pugna con las normas de la polis ya está en la tragedia griega, que no es tan siglo XX como se dice, pero bueno. Los héroes griegos en cambio no acataban más que lo que su corazón les dictaba, claro que así acababan todos... lo que yo quería es colgar la canción de Krahe del mismo nombre, que explica todo esto muy bien.

Saludos.


3 comentarios:

  1. El problema, es que segùn las sociedades, te "civilizan" segun el orden de turno.

    Pero bueno, es lo que hay.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué grande es Krahe!; va para treinta años que le escucho la misma música y no me canso, gracias al a la certera gracia de este hombre inteligente e incombustible.
    Entiendo perfectamente las leyes que promulgan las polis, y hacen cumplir los polis (¡aprovechad, que es la única vez que me veréis del lado de la acera de la duplicación de genero)
    No quisiera parecer zafio o indecoroso, solamente pretendo ser sincero: Ayer fui a comprar al Mercadona, y no miento si digo que me hubiera tirado allí mismo, en el suelo o las góndolas de congelado, a media docena de tías buenísimas.
    Para eso estamos en el mundo (y también por eso), para multiplicarnos; y el instinto no aprende más que con coscorrones. Yo, más que Eros, le llamaría Follos, a ese dios impulso que nos ha hecho cometer tonterías gloriosas desde los albores de la civilización...¡sí, hablo del casamiento!; pero creo que el tema de día es otro y no quisiera distraer.

    ResponderEliminar
  3. En fin muchas gracias a los dos, a quienes sinceramente admiro por muy distintos motivos... me da penita que la gente no escuche a Krahe, pero bueno.
    Lúzbel, vuelve a escribir un blog, tiene usted una enorme energía que busca salida.
    Gaucho, gracias. Algún día escribiré de tu página.
    Saludos.

    ResponderEliminar