viernes, 13 de mayo de 2011

Cumpleaños

El paso del tiempo tiene algo similar a la caída del cabello: un proceso lento y cruel, un goteo incesante hasta que ya no quedan pelos o días por gastar en la feria. Ocurre sin que casi nos demos cuenta. La naturaleza (humana en este caso), en su infinita sabiduría, va socavándonos así tan imperceptiblemente que no nos deja apenas un resquicio para asomarnos a la atrocidad de la existencia. Solamente cuando nos plantamos delante de una foto tomada años atrás, o en los cumpleaños, nos damos cuenta de esa tontería, de esa avería que es que el tiempo pase.

Hoy cumplo 37. No tengo ni familia ni hijos. Mi trabajo me importa un pijo. Tampoco me quedan amigos sino más bien un grupo de colegas más bien apáticos. Ya no me enamoro como un divino idiota. Perdí todos mis tesoros aunque, curiosamente, llevaba meses, o semanas por lo menos, feliz en el naufragio. Desapercibido hasta hoy, claro.

En fin, que no son buena idea los aniversarios, esta iniciativa social; solidifican la espuma de los días hasta poder si se quiere ponerle un lacito al pasado, y enterrarloo; tiene algo de indecente (¿y necesario?).

Por otro lado cierto alivio de que cada vez se espere menos de uno (qué vamos a hacerle, mamá), de que la mayor parte del trabajo vaya quedando hecho, de que, pese a tanta fúnebre felicitación, sienta la vida igual, como un viento aquí en el pecho que aun corre fuerte, fiero, que silba al pasar.

En fin.

4 comentarios:

  1. Amigo, yo vivo solo, mis hijos ya estàn grandes, y aùn asì, con 50 años, me niego a pensar que esto fue todo.

    Eres joven!!!!

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Pese a todo lo que comentas, y con cierto retraso, feliz aniversario.

    ResponderEliminar
  3. Los naufragios son imprescindibles para tener una vida plena. Sin ellos no tendríamos recuerdos no podríamos aprender a querer,establecernos como seres autosuficientes que es lo que estamos programados para ser. Feliz cumpleaños con retraso

    ResponderEliminar
  4. Taas haberle leído en varias entradas, le suponía bastante mayor que esos treintaisiete años que declara. No lo digo como un comentario envenenado de carrocismo; sino más bien una loa a su capacidad de haber entendido que una de las mejores armas para defendernos del desasosiego, es el distanciamiento. Muchos de los que dicen haber esperado que "triunfáramos", se emplearían en quitar lustre a nuestros logros diciendo aquello de: ¿Brillante, talentoso?, ¡qué va, si vivía al lado de mi casa!
    La existencia no es atroz, es existencia, sin adjetivos, con anaqueles repletos de alternativas diversas a las que hay que intentar; sobreponerse en algunos casos, y no dar demasiada importancia en otros.
    Yo le veo muy equilibrado querido amigo; aunque reconozco que un juicio laudatirio de mi parte, no es la medalla al mérito civil.

    ResponderEliminar